sábado, 19 de marzo de 2011

¿Coherencia solidaria?

En los últimos años hemos sido testigos de grandes catástrofes naturales. Un tsunami de grandes proporciones en Indonesia en 2006, con más de 270.000 muertos y desaparecidos; un terremoto devastador en Haití en 2010, con más de 200.000 muertos y desaparecidos. En ámbos casos, el sentido solidario del mundo entero se evidencia fuerte y musculado para asistir a la afligida raza humana que ha sido fuertemente zarandeada sobre la faz de la tierra. Conciertos benéficos, recaudaciones altruistas, tómbolas solidarias, representaciones teatrales y musicales con fondo de generosdad desbordante... y todo para ayudar a seres humanos en situación catastrófica... pero... echa un vistazo a este compendio de fotos de lo que ha sucedido en Japón...

iv style="width:425px" id="__ss_7295746">Japan 2011: …. dreams will never die – images of massive earthquake and tsunami in Japan with Diana Ross’s 'If we hold on together'


¿Dónde hemos dejado ese espíritu solidario ante la situación de Japón?, ¿Qué sucede en nuestro interior para que nuestro sentido de solidaridad varie tanto ante una catastrofé en Indonesia (tsunami) o Haití (terremoto), frente a una catastrofé -que suma y sobre pasa la potencia destructiva de las anteriores- de dimensiones desproporcionadas en Japón (tsunami + terremoto + desastre nuclear)?

En ámbos casos, estamos hablando de asistir a la raza humana en franca situación de desastre.

Creo que todos hemos "limpiado nuestra conciencia solidaria con Haití e Indonesia" y el destino nos ha evidenciado el cinismo social y solidario en el que estamos inmersos.

¿Dónde están los conciertos solidarios, las tómbolas generosas, las presentaciones benéficas para ayudar a una población de un país devastado como lo es ahora Japón?

Vivimos en una sociedad que vive en el autoengaño sobreargumentado de "razones altruistas", cuando en verdad deberíamos revisarnos -ya que somos parte de esta sociedad- nuestra escala de valores y principios para alcanzar la coherencia de una sincera y humana solidaridad con los desastres del prójimo, sucedan donde sucedan y afecten a quien afecten.

Propongo reflexionar sobre esto.

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