jueves, 24 de abril de 2014

La importancia de una gestión en positivo

¿TU EMPRESA ACCIONA EN POSITIVO O REACCIONA COMO PUEDE?
Tanto si eres empresario, director, dueño de una Pyme o de una Empresa Familiar, es normal que estés preocupado y ocupado de obtener beneficios, de mantener los niveles de rentabilidad, de idear estrategias de mercado de inversión o desinversión o de vender más.
Eso es la finalidad de toda empresa y de todo empresario: ganar dinero. En este artículo nos centraremos en mostrarte una de las fórmulas que incrementará tus resultados, pero que carece de connotación financiera alguna…
Hagamos una revisión de cómo visualizas las cosas desde tu óptica empresarial. Cuando piensas cuánto más podrías venderle a un cliente ¿piensas en las personas que forman parte de la cadena de producción? Cuando piensas cómo seducir al cliente para que elija tu producto en vez del de la competencia ¿piensas en las personas que forman parte del staff comercial? Incluso cuando piensas en la necesidad de crear o reciclar un producto ¿consideras a los creativos que llevan adelante este proceso? Cuando generas ganancias ¿tienes en cuenta la responsabilidad y confidencialidad de quiénes manejan tus inversiones?
Tal vez nunca lo hayas visto desde esta perspectiva, pero imagínate, que si gracias a ellos obtienes lo que obtienes, cuánto más podrías ganar si además sumas valor y haces brillar las individualidades y a los equipos.
En efecto, las estadísticas no me dejan mentir. Las personas motivadas rinden un 87% más que las personas carentes de motivación. Y, además, el 83% de los profesionales valora como imprescindible un buen ambiente de trabajo. Dos aspectos estrechamente ligados al pensamiento positivo.
No obstante, y más allá de las estadísticas, podría utilizar un ejercicio como viejo recurso situacional, apelando a tu memoria emotiva. Recuerda las últimas reuniones con tus responsables de área y jefes departamentales y trata de ser sincero contigo mismo:
¿Con quién te resulta agradable trabajar y con quién realmente se convierte todo en algo tedioso?
1. El eterno ofuscado: el negativo, el que le ladra a cada una de tus ideas y cree que cada cosa que dices es un artilugio innecesario que además le afectará a él y a su equipo en primera persona (ombligo del mundo).
2. El optimista incongruente: ese que parece actuar desde una premeditada obsecuencia y asiente a todo, aún sin que hayas terminado de plantear el desafío.
3. El indiferente en estado puro: ese que mientras está en la reunión entra en “stand by”, pues hará caso omiso a tus propuestas y oídos sordos a tus objeciones y a las de los demás.
4. El crítico de la crítica: aquel que objetará todo (incluso las objeciones), pero del que nunca escucharás algo constructivo, una iniciativa, o una idea cuanto menos, original. El “dígame de que se trata, que me opongo”
5. El positivo congruente: ese que cuestiona para construir, aporta para mejorar, genera espacio para escuchar a los demás, aplica la mirada desde la perspectiva general (en vez de la particular) y sabe que existen posibilidades en cada adversidad.
SI has optado por algunas de las primeras cuatro opciones, entiendo que deberías replantearte en algún momento tu manera de dirigir.
Si en cambio, coincides que el positivo congruente es el compañero, colega y/o superior ideal, entonces vamos por buen camino. El objetivo del ejercicio es hacerte reflexionar y pensar sobre cuál es la mejor forma de llevar adelante un proyecto, cuánto más y cuánto mejor es trabajar cuando las personas son cordiales, colaboran entre sí, aportan ideas, se escuchan mutuamente, sugieren mejoras y en respuesta reciben respeto, reconocimiento y feedback constructivo, todo ello desde una actitud positiva.
¿Cuánto puedes dar a las personas para mejorar cualitativa y cuantitivamente su desempeño (y consecuentemente, el tuyo)?
BENEFICIOS DEL ENTRENAMIENTO 
DEL PENSAMIENTO POSITIVO EN LAS PERSONAS.

· Incrementar la confianza en uno mismo. Soltar los miedos a equivocarse para acceder a nuevos aprendizajes.
· Promover la acción responsable. Abandonar la actitud derrotista y victimista.
·  Reflexionar. Reinterpretar la realidad y tomar conciencia de modelos negativos de pensamiento.
·       Redefinir modelos mentales. “Limpiar” los vicios de pensamiento que se evidencian inútiles.
·       Abrir la mente. Ampliar la perspectiva y experimentar.
·       Fomentar la humildad y la generosidad para con los demás. Neutralizar la actitud egocéntrica.

Y EN LOS EQUIPOS…
·       Fomentar equipos de trabajo saludables, equilibrados.
·    Favorecer la comunicación, la crítica constructiva y la discusión sobre la base del respeto.
·       Aumentar los niveles de cooperación y colaboración.
·       Crear una atmósfera ganar-ganar altamente estimulante.
·       Expandir y contagiar, regar el espíritu positivo.

 Y para ti, empresario, sólo una conclusión que cae más que por defecto, por efecto: los equipos que entran en acción desde el pensamiento positivo están más inspirados y por lo tanto, producen más, venden más, invierten mejor, fidelizan más, cooperan más y se sienten más comprometidos con los proyectos.
Al finalizar los talleres en abierto, solicito a los asistentes que puntúen en una escala del 1 al 5 el nivel de utilidad y aplicabilidad de lo expuesto a su día a día profesional. El 90% de las puntuaciones oscilan entre 4 y 5. También solicito a los asistentes que puntúen del 1 al 5 si los responsables de sus empresas prestan atención a estos temas, y en el 85% de los casos, las puntuaciones oscilan entre 1 y 2. La conclusión final da que pensar: Los responsables de las empresas están ignorando un tema que de ser abordado, sería aplicado de forma inmediata en el día a día.
Plantearse estas condiciones es ganar en calidad de gestión, clima laboral, mayor productividad y en contar con personas más satisfechas en su desempeño y en su arte de pertenecer. Lo contrario es seguir asumiendo un coste de “no-calidad” que, desde la actitud, imacta directamente en la cuenta de resultados.
Tienes que ser consciente de lo que están haciendo otros, aplaudir sus esfuerzos, reconocer sus éxitos, y animarlos en sus actividades. Cuando nos ayudamos unos a otros, todo el mundo gana. Jim Stovall