Desde hace algún tiempo vengo defendiendo lo importante que es el AMOR en toda relación interpersonal, pero ahora, al ver el texto que comparto más abajo contigo, quiero hacerte reflexionar sobre la cantidad de AMOR que hay en la relación que tienes contigo mismo/a, ¿cómo te respiras a tí mismo/a?
¿Cuántas veces te quedas sin respiración ante reveses de la vida, ante hechos inesperados, ante sorpresas inimaginables, ante tus propias reacciones y comportamientos? Cuando somos capaces de respirar en todas las situaciones, somos capaces de vivir la vida en el presente y saborearla más. También, cuando decidimos respirar bien somos capaces de estar más serenos, más despejados, más seguros de nosotros mismos; nos sentimos más capaces... ¡Es curioso, verdad!
He aquí el texto que quiero compartir contigo y que una gran amiga me ha hecho llegar. Confío en que sea de tu interés y que si crees de utilidad, lo compartas con tus contactos.
Un abrazo.
B.M.B.O.
¿Qué es la respiración?
La respiración es el vínculo entre el alma y el cuerpo, entre el consciente y el subconsciente, es el proceso que da vida a tu organismo.

También nos han influido todas las experiencias que crearon miedo, inseguridad, vergüenza y comparación en nuestras vidas; los juicios y opiniones de cómo debíamos actuar y comportarnos (para ser amados y/o aceptados).
Esos impactos dejaron sus huellas en la memoria celular del cuerpo, de modo que cualquier situación de peligro, inseguridad, o miedo en el presente la activa, generando una contracción o congelamiento de nuestra energía, así como de la respiración. A eso le llamamos bloqueo, y no es más que un síntoma de que la energía no circula, esta estancada.

Intentando protegernos del sufrimiento, utilizamos las viejas estrategias que aprendimos para sobrevivir, todas ellas basadas en condicionamientos y enseñanzas que no son nuestra propia experiencia y que vienen cargadas de creencias, sufrimiento, culpa, mentiras y una gran dosis de miedo a crecer y a madurar individualmente.
La respiración hace de puente entre tu personalidad -quien tú crees que eres- y tu esencia -energía-. Cuando entre tu personalidad -creencias y hábitos de comportamiento- y tu esencia -lo que es verdad para ti, tus valores-, no hay armonía, no hay paz dentro de ti.

El sólo hecho de llevar una atención continuada y relajada a tu respiración, tiene el poder de armonizar y realinear el sistema orgánico, así como producir de modo natural una respiración profunda y relajada que te conecta con la esencia, con un universo lleno de posibilidades que está en tu interior.
Es un proceso de aceptación y comprensión de la dualidad, que te lleva al momento presente.
En ese espacio el ego y todo el sistema, se rinden al AMOR, a la esencia que habita dentro de ti, experimentando así el gozo y la magia de la vida. Esto te permite conectar con esos espacios en donde cuerpo, mente y emociones vibran en la misma sintonía.
La consciencia en la respiración, es un proceso de refinamiento que agudiza tus sentidos y despierta la consciencia dormida al momento presente, al aquí y ahora. Es ahí donde mejor te encuentras, donde está tu creatividad, tu mejor versión.